¡Hola a todas nuestras Fridas Enamoradas!
Hoy queremos compartirles una boda que nos inspiró mucho por su originalidad y toda la creatividad que estos novios le invirtieron a este día lleno de emoción.
La historia de Bambi y Aden es muy especial, pues ambos crecieron en el mismo vecindario, vivieron en la misma calle desde que eran niños, pero a pesar de estar tan cerca durante tanto tiempo, se conocieron hasta que ambos ya eran mayores. Desde el momento en que sus caminos se cruzaron se hicieron inseparables y descubrieron que compartían algo más que el mismo código postal. Ambos son amantes de las cosas antiguas, les gusta el arte y disfrutan de crear cosas juntos mientras escuchan sus canciones favoritas.
Tener una pasión por las cosas hechas a mano demostró tener sus ventajas cuando llegó el momento de planificar su boda, ya que no tuvieron que gastar mucho y sobretodo pudieron agregarle un toque muy personal a su día.
Bambi tejió el moño que utilizó Aden en la boda, además de todas las mantas que fueron utilizadas en el picnic. Esta habilidad la heredó de su madre quien se encargó también de hacer los recuerdos que se le dieron a los invitados y el ramo de Bambi, el cual lo realizó con viejas reliquias familiares. Aden dispuesto a formar parte del equipo, también participó con varias creaciones, entre ellas, usar una camisa personalizada con estampado de venados como una sorpresa para Bambi, así como elaborar el arco de flores que se utilizó durante la ceremonia. ¿Hermoso, no?
El lugar fue en una propiedad de la familia de Aden a lo largo del Río Murray en Ravenswood, W.A. En este mismo lugar se casaron los padres y abuelos de Aden, el cuál hizo del evento algo aún más especial. Ambos coincidieron en no tener una boda muy formal y grande por lo que decidieron compartir ese día junto a las personas más especiales, para tener una boda más íntima y emotiva.
La boda estuvo llena de sorpresas para los invitados, con muchos juegos y competencias para convivir. Hasta decidieron hacer un concurso de postres y pasteles en que los invitados fueron los competidores, pues su requisito para entrar al evento fue el de llevar un pastel. Los novios fueron los jueces y otorgaron diferentes premios a cada uno. Nos parece una idea súper original para crear una conexión divertida con tus invitados. ¿No lo crees?
A continuación te mostramos las fotos de este maravilloso día. Todos estos bellos momentos fueron capturados por la talentosa Jessica Tremo de Brown Paper Parcel. Esperemos las disfrutes tanto como nosotros.
¿No te encanta? Si fue así no dudes en dejarnos un comentario acá abajo y compartir este post con tus amigas para que les sirva de inspiración. ¡Hasta la próxima!
Fotografía: Jessica Tremp / Vestido: Swoon Shop Vintage / Foodtruck: Velvet Betty
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